Las autoridades sanitarias de todo el mundo detectaron en los últimos dos meses centenares de casos de problemas en el corazón, mayoritariamente leves, en personas que acababan de recibir la vacuna de Moderna, que por estos días ha estado aplicándose en la Argentina a los chicos de entre 12 y 18 años con comorbilidades y que ahora se utilizará, de manera voluntaria, para reemplazar las segundas dosis del fármaco ruso Sputnik V, actualmente en falta.
Se trata de un presumible efecto secundario extremadamente infrecuente. En Estados Unidos, por ejemplo, se habían registrado hasta julio poco más de 1.200 casos tras administrar unos 300 millones de dosis, pero todos los eventos se concentran en hombres menores de 30 años al cabo de recibir el segundo pinchazo ya sea de Moderna o de Pfizer (ambas con ingredientes similares). El trastorno más observado ha sido hasta ahora la miocarditis, la inflamación del músculo cardíaco. A veces, ha estado asociada a una pericarditis, la inflamación de la membrana que rodea al corazón. En todos los pacientes, la condición mejoró con reposo.
Estos hechos han abierto especulaciones sobre si los riesgos de la inyección son mayores que sus beneficios. Los expertos estadounidenses de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) han emitido un veredicto claro: los beneficios superan claramente los riesgos, incluso entre adolescentes y los veinteañeros. También las autoridades sanitarias europeas se pronunciaron en esa línea, a través de un comunicado dado a conocer por la Agencia Europea de Medicamentos (EMA).
Admitido ese evento infrecuente, en el prospecto de Moderna se detallan otras complicaciones, más ordinarias y similares a las que provocan las vacunas que ya se administran en la Argentina, como la rusa, AstraZeneca (de la que también se han reportado efectos infrecuentes, como unas raras trombosis abdominales), Covishield y Sinopharm. Sentirse débil o mareado, experimentar dificultad para respirar y sibilancias, tener náuseas o vómitos, sufrir una urticaria o sarpullido, inflamación de gángleos son algunos de losefectos adversos del fármaco de Moderna. También han sidos descriptos los habituales dolor en la zona del pinchazo y febrícula.
Las aplicaciones en Tucumán
A esta provincia llegarán hoy 56.560 dosis de Moderna. Según explicó Miguel Ferre Contreras, director de Gestión Sanitaria del Siprosa, estarán destinadas a las personas que recibieron la primera dosis de Sputnik V desde el 13 de abril en adelante. La vacunación comenzará entre mañana y el lunes (hoy se anunciará oficialmente) en los 24 nodos que tiene disponible la provincia. La mayoría de los beneficiarios de esta segunda dosis son mayores de 60 años, para quienes es fundamental completar la vacunación para tener una mayor protección ante la variante delta. No obstante, su aplicación es optativa. Los tucumanos que deseen pueden esperar la llegada del segundo componente del suero ruso.
Cuál es la eficacia
La vacuna ARNm-1273 (su denominación científica) fue desarrollada por el laboratorio estadounidense Moderna en colaboración con el Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIAID, por sus siglas en inglés). Este centro forma parte de los Institutos Nacionales de Salud de los Estados Unidos; es decir, hubo participación del Estado.
Se trata de una vacuna de ARN mensajero, como la de Pfizer. Esto implica que el medicamento, al ingresar a nuestro organismo, le da instrucciones a las células para que produzcan una porción inocua de lo que se conoce como proteína Spike, que está presente en la superficie del coronavirus. El sistema inmunitario advierte que la proteína es un cuerpo extraño y entonces comienza a generar anticuerpos.
Los resultados de la fase III de los ensayos clínicos -publicados en la revista científica "New England Journal of Medicine", entre otras publicaciones-, muestran que la vacuna de Moderna tiene una eficacia del 94 % en la prevención de la enfermedad sintomática, incluida la enfermedad grave. Con respecto a su efectividad ante la cepa delta, se ha dicho que es segura, pero a ciencia cierta no se conocen porcentajes.
La vacuna se encuentra actualmente autorizada en numerosos países. El laboratorio Moderna presentó el 25 de mayo último los resultados preliminares de un ensayo clínico realizado en adolescentes. De acuerdo a esos datos, la vacuna es segura y tiene una eficacia del 93 % en ese grupo etario. Por ello, la compañía solicitó a la Administración de Medicamentos y Alimentos de EEUU (FDA) que autorice su uso de emergencia para jóvenes de 12 a 17 años, lo cual le fue otorgado y por ello ya se administra en nuestro país en esa franja etárea. Ahora, la mayoría de las provincias comenzará a usarla también para completar las segundas dosis de Sputnik V. Además de Moderna, la otra vacuna pediátrica aprobada por la DFA es la de la Pfizer-BioNTech, para chicos de 12 a 15 años. También Europa aprobó esa marca. El 11 de junio, China autorizó el uso de emergencia de sus vacunas Sinovac y Sinopharm para niños y adolescentes.
La aplicación de la vacuna de Moderna requiere de dos dosis con un intervalo mínimo de 28 días para lograr una protección óptima. De ser necesario, el intervalo entre las dosis puede ampliarse a 42 días. La inmunidad se mantiene durante varios meses, pero todavía no se conoce la duración completa.
El cruce de vacunas y una duda: ¿conviene mezclar o esperar la Sputnik?